9 diciembre, 2024

Novick, Martínez y Macri

Por Miguel Manzi

PALABRAS CLAVE: Concertación, pelados, abandono del cargo, mala política, improvisación, poder.

La semana pasada, después de las lluvias que limpiaron la mugre de calles y veredas, Montevideo al sur lucía radiante. Qué linda ciudad; lástima todo lo demás. Leí que la oposición venezolana estaba considerando cesar a Maduro invocando la causal constitucional de «abandono de cargo», que se configura cuando un mandatario no cumple sus funciones. ¿No podremos aplicársela al intendente Martínez? Porque da toda la impresión de que Martínez ocupa el cargo, pero no lo ejerce. En algún momento pensé que, como pasó 5 años esperando, se habría dedicado a estudiar, a planificar, a formar equipos, a diseñar programas y proyectos, a preparar algunos «quick wins». Cuando no dijo nada en la campaña, supuse que estaba evitando exponerse innecesariamente, en tanto no se veía amenazado por la oposición. Después de asumido, creí que mantenía su anodino discurso para no irritar a nadie antes de la aprobación del presupuesto. Últimamente, imaginé que no largaba prenda hasta contar con el Fondo Capital. Pero al final me convencí: si camina como un pato, grazna como un pato, y nada como un pato, entonces es… el intendente Martínez, que no tiene ni idea de qué hacer por La Ciudad; parece que lo de él era ocupar el cargo, no más. Evito a los eventuales lectores de esta columna el penoso ejercicio de repasar las responsabilidades básicas de la Intendencia y su estado de cumplimiento. Pero los desafío a que se fumen el reportaje que le hicieron a Martínez en El País TV, que habla por cien columnas. Diga que Martínez juega solo, porque la oposición es más inofensiva que Lassie.

SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS

Y sí: la Concertación salió como como la mona (tendremos que volver a empezar), y la estrella emergente se despistó en la primera curva: Edgardo Novick fue el único candidato, el único, que hizo campaña explícita y nominal contra Martínez (su cenit, aquel spot frente al edificio de ANCAP, descalificando a Martínez para gestionar la Intendencia). Después, indisputablemente legitimado por los resultados, Novick podría haber apostado a coordinar con las demás fuerzas opositoras y fortalecer a la Concertación. En cambio, se cortó solo, jugó al poder, y le votó a Martínez un préstamo por 97 millones de dólares. Patética y paradójicamente, el candidato que no era político, procedió según la más pura, la más tradicional, la más emblemática de las perversiones políticas: hacer precisamente lo contrario de lo que dijo, incumplir la promesa, mentir con retroactividad. Ocurre que Novick y Martínez se parecen, más allá de la pelada. Miren: (i) ni uno ni otro tiene partido: Novick porque nunca lo tuvo, apoyó primero a Lacalle y después a Batlle, e hizo campaña menospreciando a cualquier ideología; Martínez porque el PS está explosionando, denunció la herencia maldita del PC, no arregló con el MPP, y está más solo que el uno. (ii) Ambos quieren ser presidentes: Novick lo dice y lo manda decir por sus acólitos; Martínez figura en el cuadro de la renovación frenteamplista, junto con Sendic que murió aplastado por ANCAP, y Cosse que morirá aplastada por el ANTEL Arena (tanto como el propio Martínez por el Palacio Municipal). (iii) Siendo la intendencia solo un medio para un fin ulterior, ni uno ni otro se la tomó demasiado en serio: Martínez no estudió (como queda en evidencia por su «abandono del cargo») y Novick improvisa (como queda de manifiesto por su apoyo al Fondo Capital cuyas obras, TÓMESE NOTA, tendrán el mismo o peor fin que el Corredor Garzón -no me hago el augur, pero hice algunas preguntas y algunas cuentas). En cambio, Novick no se parece en nada a Macri, como se oyó decir con tropical entusiasmo. Vean: (i) Macri (que en lo personal ni me va ni me viene), antes que presidente de la República, fue diputado nacional, jefe de gobierno de Buenos Aires por dos períodos, y presidente de Boca Juniors; Novick no tiene antecedentes de servicio público. (ii) Macri fundó el partido Compromiso para el Cambio; Novick no fundó ningún partido. (iii) Macri es el marido de Juliana Awada; Novick es el padre del Vikingo. En fin, que la política no es la campaña, y La Ciudad no es un shopping. Pese a todo lo cual, digo que afortunadamente Novick ha ratificado su voluntad de dedicarse a la política como actividad prioritaria. Me alegro de todo corazón: lo necesitamos en Montevideo, trabajando con blancos y colorados; pero de manera coordinada, en lógica de coalición, que eso y no otra cosa es la Concertación.

 

Columna publicada en Montevideo Portal.

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