18 marzo, 2025

Ya en clave electoral

Por Jorge E. Leiranes

Cuando hace cuatro o cinco semanas atrás, se nos ocurrió que se había quebrado el cristal de la confianza en el gobierno y comenzamos a hablar del papel de las oposiciones, confieso que me invadió el temor, de estarme distrayendo en analizar el teatrillo de la política.

Con el transcurrir de los días, por el contrario, fue aumentando mi certeza de que había llegado la hora, de pensar y repensar muy seriamente el rol que -en el actual estado de cosas- tenían por delante los partidos políticos de oposición.

Pensé luego, y lo dije: Habrá que limar asperezas -dentro y fuera del Partido. Procurar formalizar acuerdos estratégicos, confiables -dentro y fuera del Partido- que, anteponiendo el interés general, por sobre el particular, se proponga comenzar el rescate de la República.

Pasquet: El balotaje es la herramienta útil y suficiente.

De repente, el tema trepó al tope de la agenda, pasando a ocupar un lugar importante en la consideración pública: casi no queda quien -a esta altura- no haya hecho ya, sus primeras apreciaciones.

La complejidad de su abordaje ha desatado una diversidad de enfoques que dificultan el debate, tanto más, cuando cada cual asigna a sus expresiones el significado que le parece apropiado a sus fines.

Para el senador independiente Pablo Mieres -el primero en sugerir un bloque opositor de alternativa, desde una visión socialdemócrata, en la que habrían de tener cabida wilsonistas, batllistas, seregnistas e independientes– se trata de pergeñar una suerte de polo electoral a imagen y semejanza del FA.

UNIDOS, Tabaré Viera y Ope Pasqet, impulsan la llamada Agenda Socialdemócrata, pero sólo en un escenario de análisis, programático.

En recientes declaraciones a Crónicas, el líder de Batllismo Abierto, diputado Ope Pasquet, precisó con claridad su posición. Me parece que es perfectamente posible la búsqueda y la expresión de coincidencias ideológicas y programáticas, creo que eso es parte del trabajo que hay que hacer para preparar una alternativa a los gobiernos del Frente Amplio. No veo como eso pueda transformarse en una opción electoral inmediata, porque para sumar fuerzas en elecciones nacionales el instrumento disponible es el balotaje, y nosotros seguimos pensando que es la herramienta útil y suficiente. Los acuerdos programáticos van por otro lado y no implican votar juntos en la primera vuelta, pero creo que los esfuerzos por la constitución del polo socialdemócrata pueden ser útiles.

Larrañaga: Una propuesta superadora.

En el nacionalismo, es el líder de Alianza, Jorge Larrañaga, el más consustanciado con la idea de preparar a la oposición, para ser alternativa de gobierno. Tiene que acudirse a una construcción dinámica y continua para ser esperanza, certeza de progreso, tiene que impulsarse una propuesta superadora que permita corregir las enormes deficiencias que hoy tenemos, acaba de manifestar.

Pero es evidente que la contienda que libra Larrañaga, por el liderazgo partidario, ha cobrado mayor relevancia en las últimas horas, apartándolo de sus cavilaciones. Absorto por la amenaza de disgregación de sus filas, es probable que se vea forzado ahora, a dar un golpe de mano que lo reposicione en el mando, antes de volver a insistir en sus propósitos hacia afuera.

Un editorial de El País.

Instalado por anticipado el tema prelectoral en la agenda de la opinión, no han sido las redes sociales para nada ajenas a su tratamiento; y es precisamente en ese diálogo constante que se desarrolla, de unos con otros, personal e interactivo, donde se evidencia con mayor nitidez una necesidad creciente de la gente de opinar y de ser oída, respecto al asunto.

La prensa, aunque haya perdido el rol preponderante que tuvo en el pasado aún prevalece dando línea, fijando pautas, determinando muchas veces el tono de los debates; y es por eso que quiero referirme aunque más no sea someramente, a un reciente editorial de El País, que aborda el tema que nos ocupa, con un sesgo que en nada contribuye a la búsqueda de coincidencias.

Comienza afirmando, el editorialista del matutino blanco, que la oposición, con honrosas excepciones, ha abandonado la batalla cultural; y en una clara alusión a las jornadas de reflexión y aproximación del polo socialdemócrata –a las que cabe agregar, han asistido legisladores de los cuatro partidos, también wilsonistas y seregnistas– añade, hay tendencias a mimetizarse con el discurso socialdemócrata, de centro izquierda del FA.

Asevera luego: Intentando (se refiere a la oposición) parecerse al Frente, termina dándole la razón en vez de dar la pelea en lo ideológico… adoptando un discurso al gusto de un país, que en términos culturales sigue siendo esencialmente batllista.

En español coloquial, diríase que, ¡Eso es confundir el tocino con la velocidad, hombre!

Pero el redactor del artículo de fondo descubre con más precisión la intencionalidad de sus dichos hacia adentro, advirtiendo, en lugar de ser ganado (se refiere al Partido Nacional) por un triunfalismo que puede ser efímero… debería volver acometer la tarea que históricamente le ha correspondido: la defensa de las ideas liberales.

Hasta aquí pues, nada que reprochar. Es justo y necesario que cada cual devele los principios a los que ajusta sus opiniones.

La esencia del pensamiento blanco estuvo desde sus albores asociada al liberalismo, en lo que hace al desarrollo de los derechos individuales y al progreso de la sociedad en un Estado de derecho. Pero es conveniente que no perdamos de vista, el énfasis que también aplica a la libertad económica, abogando por la reducción de las regulaciones económicas públicas y a la no intervención del estado en la economía.

Ciertamente el fugaz pasaje del wilsonismo en los 180 años de vida del Partido Nacional -al que no se le puede negar influencia en el plano de las ideas- está visto que no ha sido suficiente, para alterar sustancialmente, la matriz ideológica del Nacionalismo, en este aspecto.

Lo que de ninguna manera se puede aprobar, al final -casi post scriptum- es el afán cizañoso que desliza el articulista de confianza del diario, comentando una reciente exposición, Batllismo y Socialdemocracia: Coincidencias a la distancia, a cargo del expresidente Julio Ma. Sanguinetti y del historiador Gerardo Caetano, dos de los mayores exponentes de la intelectualidad política uruguaya, en el marco de las celebraciones por un nuevo aniversario del Partido Colorado.

Ya en un lenguaje de intrigas y habladurías más propio del chusmerío barrial, dice El País, hablando del PC, …hace poco invitó a Gerardo Caetano a su casa, para que explicara qué es el batllismo y recomendarles que deben ser más estatistas y proteccionistas. Un buen consejo para asegurar el triunfo del Frente Amplio de parte de un frentista.

Si bien se trata de una opinión colectiva, de un juicio institucional del diario, que no puede adjudicarse con precisión a un sector determinado del nacionalismo, expresa sin equívocos una intencionalidad política que no sorprende, pero que -reitero- en nada contribuye a la búsqueda de concordancias.

¡No es pisándonos los callos entre nosotros! -como decía un amigo estos días; que habremos de ensanchar el cauce de un porvenir más venturoso.

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