Hace unos días el diario El País publicó una noticia impactante, según la cual el Banco de Previsión Social habría hecho pagos demás a trabajadores de la construcción, por concepto de licencia y aguinaldos, cuyo importe superaría los US$ 50 millones en tres años.
50 millones de dólares son mucho dinero en cualquier parte del mundo, y en estos momentos son muchísimo dinero para el BPS y para el Uruguay. El BPS cerró el pasado ejercicio con un déficit de US$ 390 millones, y el país está sufriendo el ajuste fiscal que aun desde antes de asumir sus funciones impulsó el actual gobierno en complicidad con el anterior, que dejó un déficit del 3,5% del PBI como regalo de despedida.
Hasta ahora no hemos escuchado al Directorio del Banco pronunciarse sobre este asunto, ni para desmentir la información publicada por la prensa, ni para decir qué medidas tomó, si la información es cierta.
Obviamente, las cosas no pueden quedar así.
El Parlamento exigirá explicaciones.
Pero aun antes de que lo haga, el Directorio del Banco debería disponer por lo menos una investigación administrativa, para saber cómo se llegó a incurrir en errores tan costosos y cómo fue posible que, durante tres años, pasaran inadvertidos.