20 enero, 2025

Don Frutos, el primero

En el marco de los festejos realizados ayer por el nacionalismo en la Plaza Constitución, un importante dirigente de esa colectividad política dijo que el Partido Nacional es «el partido político más antiguo del mundo».

No es así.

Los partidos que se constituyan hoy podrán darle fecha cierta a su nacimiento: será la del día de la asamblea fundacional, según el acta notarial respectiva, o -con otro criterio- la del día en el que la Corte Electoral declare debidamente constituido al nuevo partido, etc.

Pero allá por 1830 y tantos, no era así; el país recién se estaba formando y no había Corte Electoral (ni Suprema Corte de Justicia, siquiera), ni leyes que regulasen la creación de los partidos políticos.

Los partidos tradicionales se formaron, sin actas ni asambleas ni marco legal alguno, en torno a la figura de los caudillos fundadores. El Partido Colorado se constituyó alrededor del Gral. Fructuoso Rivera; el Partido Blanco (recién empezará a llamarse «Nacional» a partir de 1872), en torno al Gral. Manuel Oribe.
Y bien: no puede discutirse que el liderazgo político de Rivera es muy anterior al de Oribe. Por eso el primer Presidente de la República fue Rivera, quien ya aparece rodeado por sus amigos y operando políticamente en todo el país para la elección en la que resultó triunfador, en 1830, derrotando a su rival de entonces que no era Oribe, sino Lavalleja. Oribe será el segundo presidente, con el apoyo evidente de Rivera, enemistándose después con él y agrupando recién entonces a sus propios seguidores.

El decreto del Poder Ejecutivo de 10 de agosto de 1836, que el nacionalismo considera su partida de nacimiento, es un acto del poder público que hace obligatorio para todos los ciudadanos, independientemente de las simpatías políticas que cada uno pudiera tener, el uso de una cinta blanca con la leyenda «Defensores de las leyes».

Allá los nacionalistas, si quieren tomar esa fecha -que es la de un decreto presidencial que imparte una orden- como punto de referencia de su proceso fundacional.

Lo cierto es que, para entonces, el partido del General Rivera ya hacía rato que existía.

UA-78784837-1